Ivanka Trump, la hija mayor del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, está programada para testificar en el juicio por fraude empresarial en la Organización Trump, donde su padre y dos de sus hermanos enfrentan cargos. Esta decisión fue dictada por el juez a cargo del caso.

Ivanka, quien trabajó en la empresa de los Trump hasta enero de 2017, inicialmente estuvo acusada en el caso, pero luego fue eximida por una corte de apelaciones. Sin embargo, al inicio del juicio, fue incluida en la lista de potenciales testigos de la fiscalía de Nueva York.

Los abogados de Ivanka habían intentado evitar su testimonio argumentando que los fiscales estatales no tenían jurisdicción sobre ella, además de que ya no reside en Nueva York. No obstante, el juez Arthur Engoron rechazó esta solicitud, citando que Ivanka aún tiene vínculos empresariales y propiedades en Nueva York.

Los fiscales argumentan que la hija de Trump tiene un "conocimiento personal indiscutible de hechos relevantes para las alegaciones" contra los acusados en el caso, ya que sigue vinculada personal y profesionalmente con la Organización Trump. Esta decisión del juez implica que Ivanka no será llamada como testigo antes del próximo miércoles, dándole tiempo para apelar la decisión si lo desea.

El juicio, que se espera que dure hasta finales de diciembre, aborda cargos de ilegalidades en empresas relacionadas con la presunta manipulación de cifras de activos para obtener ventajas con aseguradoras y bancos. Tanto Donald Trump como sus hijos son testigos clave en este caso, y su testimonio será fundamental en el proceso. El juicio ha atraído una gran atención y se centra en acusaciones de fraude empresarial que se remontan a varios años.