Culiacán, Sinaloa - Este viernes, Sara Bruna Quiñónez Estrada presentó su renuncia como Fiscal General de Sinaloa, horas después de que la Fiscalía General de la República (FGR) publicara un informe crítico sobre el manejo del caso de secuestro de Ismael Zambada García, alias "El Mayo", y el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda.
La renuncia fue confirmada por el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, a través de su cuenta en la red social X. Quiñónez Estrada y su gestión ya habían sido objeto de controversia, especialmente después de que Zambada García revelara que uno de sus escoltas, José Rosario Heras López, era un elemento activo de la Policía de Investigación de la Fiscalía General del Estado.
El informe de la FGR destacó una serie de errores y omisiones en la investigación local sobre el asesinato de Cuén Ojeda, quien fuera ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y líder fundador del Partido Sinaloense. Según el informe, se encontraron múltiples fallos en el levantamiento de evidencias, el análisis de pruebas y la declaración de testigos.
Entre los hallazgos más reveladores se menciona la presencia de sangre en la caja de la camioneta Raptor 2024 en la que Cuén Ojeda viajaba como copiloto, así como un hematoma en su cabeza, que podría ser resultado de un fuerte golpe. Además, se señalaron inconsistencias en la declaración de un testigo y en un video que no coincide con los detalles del supuesto robo que, según la versión oficial, habría desencadenado el asesinato.
A lo largo de su gestión, Quiñónez Estrada mantuvo que la principal línea de investigación sobre la muerte de Cuén Ojeda apuntaba a un ataque armado en las piernas, producto de un forcejeo durante un intento de despojo de la camioneta. Sin embargo, en su carta, "El Mayo" Zambada describió que la reunión en la que participó junto a Cuén Ojeda y Joaquín Guzmán López, hijo de "El Chapo" Guzmán, tenía como objetivo mediar en un conflicto con el gobernador Rocha Moya, y que fue en ese mismo lugar donde Cuén Ojeda fue asesinado y él raptado.
La falta de alineación entre la versión de Zambada y la línea de investigación que siguió la Fiscalía de Sinaloa dejó en entredicho el trabajo de Quiñónez Estrada, quien finalmente optó por dejar su cargo. La situación plantea serios cuestionamientos sobre la gestión de la Fiscalía local y la necesidad de revisiones profundas en las investigaciones de alto perfil en el estado.