Chihuahua, México. - Migrantes están arriesgando su vida atravesando las dunas del desierto de Chihuahua en la frontera norte de México, una ruta que se ha vuelto común durante el verano, cuando las temperaturas superan los 40 grados centígrados, para evitar los operativos del gobierno mexicano y de Estados Unidos.
Giovanni Alpizar, uno de los migrantes captados por cámaras de EFE, compartió que su objetivo es superar los últimos 50 kilómetros de una de las rutas migratorias más difíciles antes de llegar a la frontera con Estados Unidos. "Por migración (cruzamos el desierto), porque nos detienen, no tenemos permiso mexicano", explicó Alpizar, quien cruzó con otros dos compañeros una zona de ocho kilómetros de dunas bajo una temperatura de 41 grados.
MÁS RIESGOS TRAS MÁS RESTRICCIONES
Estos hechos ocurren tras una caída de más del 70% en los arrestos diarios de migrantes en la frontera de Estados Unidos con México desde diciembre pasado, según afirmó el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Además, la migración irregular interceptada por México aumentó cerca del 650% interanual hasta un récord de casi 1.4 millones de enero a mayo, informó el INM.
El padre Juan Carlos López, vocero de la diócesis de Ciudad Juárez, pidió a las autoridades de ambos países coordinar operaciones para evitar que los migrantes tomen estos riesgos, especialmente durante el verano y las crecidas del río Bravo. "Es triste ver a personas muriendo en estas circunstancias, sea en el desierto o en el río", lamentó.
La OIM declaró en septiembre pasado que la frontera entre México y Estados Unidos es "la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo", con más de 686 migrantes fallecidos o desaparecidos en 2022.
Un reporte de las autoridades estadounidenses indicó que, solo en las tres primeras semanas de junio, 25 migrantes fallecieron en el desierto por deshidratación o ahogados al intentar cruzar el río Bravo, mientras que otros 35 fueron rescatados.