En las últimas semanas, el costo del cilantro ha aumentado significativamente debido a severas sequías en las regiones productoras. El precio de un manojo ha llegado hasta los 800 pesos, afectando tanto a restaurantes como a hogares. Comerciantes informan que en mayo, un rollo de cinco kilogramos costaba 200 pesos; ahora, ese precio se ha triplicado.
Darío Rivera, vendedor de cilantro, explicó que los manojos, que antes se vendían por unidad, ahora cuestan entre 10 y 12 pesos cada uno. Además, otras verduras también han visto incrementos significativos en sus precios: el chayote se vende a 75 pesos por kilogramo, la lechuga a 28 pesos por pieza, el mango a 55 pesos por kilogramo, el brócoli a 70 pesos por kilogramo, el pepino a 42 pesos por kilogramo, el cebollín a 30 pesos por kilogramo y el aguacate Hass a 90 pesos por kilogramo.
La escasez de cilantro en estados como Puebla y Nuevo León, principales proveedores, ha exacerbado la situación. Marco Urías, empleado de un restaurante, comentó que un ramo pequeño de cilantro que antes costaba 200 pesos ahora se vende por 600 pesos, y un ramo mediano puede costar hasta 800 pesos. Este fenómeno ha sido descrito como un “efecto dominó”, ya que los aumentos al mayoreo obligan a los comerciantes a subir sus tarifas.
El Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados ha alertado sobre la escasez de cilantro y su impacto en el presupuesto familiar. Graciela, trabajadora de un restaurante, señaló que ahora gasta entre 20 y 30 pesos para obtener la misma cantidad de cilantro que antes conseguía por solo 10 pesos.
A pesar de algunas expectativas de que los precios bajen, pocos productos como el nopal han logrado estabilizarse. Los precios de la canasta básica en México podrían seguir subiendo, afectando la economía familiar debido a factores como la inflación, la variación en los precios de materias primas, las fluctuaciones en el tipo de cambio, los costos de producción y transporte, y los factores climáticos.