El estado brasileño de Río Grande do Sul se encuentra en una situación crítica debido a las intensas lluvias pronosticadas por los meteorólogos, que podrían superar los 15 centímetros durante el fin de semana, empeorando aún más la devastación provocada por las inundaciones.

Según el Instituto Nacional de Meteorología, se espera que los vientos se intensifiquen y el nivel del agua aumente en la laguna de los Patos, cerca de la capital estatal, Porto Alegre, y sus alrededores.

La población afectada por las inundaciones, en su mayoría personas de bajos recursos, enfrenta grandes dificultades para evacuar hacia zonas más seguras. Al menos 136 personas han perdido la vida y 125 permanecen desaparecidas desde que comenzaron las lluvias la semana pasada. Más de 400,000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y buscar refugio en albergues temporales, mientras que otros han encontrado seguridad en segundas viviendas o con familiares.

La magnitud de la devastación se compara con la causada por el huracán "Katrina" en Nueva Orleans en 2005, con estimaciones que sugieren que la reconstrucción de la región costará miles de millones de dólares.

Aunque se espera que una masa de aire frío y seco reduzca las lluvias a partir del lunes, el descenso de las temperaturas podría aumentar el riesgo de hipotermia para aquellos que permanecen expuestos a la intemperie.

La comunidad internacional ha respondido a la crisis, con países como Estados Unidos ofreciendo ayuda humanitaria y organizaciones como la agencia de refugiados de Naciones Unidas distribuyendo mantas, alimentos y otros suministros de emergencia.

La solidaridad de celebridades como Gisele Bündchen y Anitta, así como el apoyo de iglesias, empresas y ciudadanos, ha sido fundamental en los esfuerzos de ayuda a los afectados por las inundaciones en Río Grande do Sul.

Vía AP