El Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) reportó un aumento sin precedentes en el gasto militar global el año pasado, alcanzando un récord de 2.44 billones de dólares. Este incremento del 6.8% en términos reales respecto a 2022 refleja el deterioro en la paz y seguridad a nivel mundial, con los Estados priorizando la fuerza militar.
Estados Unidos sigue liderando el gasto militar, con 916 mil millones de dólares, representando el 37% del gasto global y superando tres veces la inversión de China, el segundo en la lista. La OTAN también destaca, con 1.34 billones de dólares invertidos, lo que representa el 55% del total en el mundo.
El conflicto en Ucrania ha influenciado significativamente las decisiones de inversión militar en Europa, con un aumento en el gasto de países como Polonia, cuyo incremento anual del 75% es el más notable en la región. Rusia, tercero en el ranking mundial, aumentó su gasto en un 24% interanual.
En Asia y Medio Oriente, el gasto militar también ha aumentado, impulsado por países como China, Japón y Arabia Saudí. Medio Oriente registró el mayor aumento en una década, un 9%, debido a eventos como la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
Además, el aumento de la delincuencia organizada ha llevado a un mayor uso de la fuerza militar en Centroamérica y el Caribe, con un incremento del 54% en 2023. Brasil se mantiene como líder regional en Sudamérica en términos de gasto militar.
Este aumento en el gasto militar refleja un panorama geopolítico y de seguridad más volátil, con los países priorizando la preparación militar en respuesta a las crecientes tensiones y amenazas.