Investigadores de la Universidad Estatal de Washington advierten sobre el impacto del cambio climático en las abejas melíferas, destacando que los otoños e inviernos más cálidos aumentan el riesgo de colapso de estas importantes polinizadoras de cultivos.
Según el estudio liderado por la profesora Kirti Rajagopalan, los otoños prolongados con condiciones ideales para el vuelo incrementan las probabilidades de colapso de las colonias de abejas en primavera. Ante esta situación, proponen una posible intervención: el almacenamiento en cámaras frigoríficas durante los meses más fríos, una práctica que ya está siendo adoptada por muchos apicultores comerciales.
Brandon Hopkins, coautor del estudio, destaca los beneficios adicionales del almacenamiento en frío para la supervivencia de las colonias en un clima cambiante. Los modelos climáticos utilizados en el estudio proyectan que muchas regiones del noroeste del Pacífico podrían experimentar colapsos primaverales de las colonias de abejas en el futuro, incluso bajo escenarios de reducción de gases de efecto invernadero.
Los investigadores enfatizan que sus modelos son conservadores y muestran que las condiciones otoñales e invernales son suficientes para comprometer la estructura de edad de una colonia, independientemente de otros factores de estrés como la nutrición, los patógenos o los pesticidas.
El estudio también revela que el almacenamiento en frío puede ser una medida efectiva para aumentar la población de primavera de las colonias de abejas melíferas en áreas afectadas por inviernos más cálidos. Estos hallazgos, publicados en la revista Scientific Reports, resaltan la importancia de abordar el impacto del cambio climático en la salud y supervivencia de las abejas, clave para la polinización y la seguridad alimentaria.