Un grupo de hombres armados abre fuego en un concierto en la sala Crocus City Hall, cerca de Moscú, seguido por un incendio devastador que ha dejado al menos 40 muertos y más de un centenar de heridos, según confirmaciones del FSB. El ataque, descrito como "terrorista sangriento" por el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, ha conmocionado al país. Se teme que la cifra de víctimas aumente, mientras se busca a los autores del ataque. Las embajadas de EE.UU. y Reino Unido previamente habían advertido sobre posibles ataques en Moscú, desatando tensiones.