En medio de una creciente crisis económica en Argentina, el aumento de precios y la reducción de ayudas estatales están llevando a más personas a depender de los comedores comunitarios en Buenos Aires.

Jubilados como Mario Cardozo, de 71 años, se ven obligados a buscar comida en múltiples lugares para poder subsistir, mientras que organizaciones sociales luchan por mantener el suministro de alimentos ante la falta de recursos.

El gobierno de Javier Milei, que ha implementado medidas de ajuste económico, enfrenta críticas por parte de los sectores más afectados, quienes denuncian la falta de humanidad en su gestión.

La situación se agrava con una inflación descontrolada que ha dejado a seis de cada diez argentinos en situación de pobreza, según estimaciones privadas.

Ante esta realidad, la Iglesia católica ha instado a brindar asistencia urgente a los comedores comunitarios, señalando que la comida no puede ser una variable de ajuste en tiempos de crisis.