El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advierte que uno de cada seis niños y niñas en Latinoamérica y el Caribe, equivalente a 27.5 millones, se enfrenta a una seria escasez de agua. La crisis climática amenaza con empeorar la situación, generando un riesgo aún mayor debido a la insuficiencia de servicios de agua potable y saneamiento.
La doble carga de menor disponibilidad de agua agrava la situación, impactando la salud mental y física de los niños. UNICEF destaca que la demanda de agua en la región aumentará en un 43%, siendo la segunda más alta del mundo. La vulnerabilidad hídrica amenaza a la infancia y, según el informe "El cambio climático está transformando la infancia", publicado antes de la COP28 de Dubái en diciembre, afecta el bienestar de niños y niñas.
El director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, Garry Conille, alerta que más allá de la sed, el menor acceso al agua implica peores condiciones de higiene, salud y vida. Conille advierte que el cambio climático acelerará la escasez de agua en la región en los próximos años, afectando a las generaciones futuras.