Según informes de altos funcionarios estadounidenses, se ha confirmado que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá con el presidente chino Xi Jinping el próximo miércoles, 15 de noviembre. Esta reunión se llevará a cabo en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en la Bahía de San Francisco y marca la primera vez que ambos líderes se encuentran en un año.
El encuentro será seguido de cerca, ya que tiene como objetivo abordar las crecientes tensiones entre las dos superpotencias. Se espera que las discusiones cubran una amplia gama de temas globales, desde conflictos internacionales como la guerra entre Israel y Hamas hasta asuntos relacionados con Corea del Norte, Taiwán, el Indo-Pacífico, derechos humanos, el fentanilo, la inteligencia artificial y relaciones comerciales y económicas "justas".
Un alto funcionario de la administración Biden, que pidió mantener su identidad en reserva, señaló: "No se retendrá nada; todo está sobre la mesa. Tenemos los ojos claros al respecto. Sabemos que los esfuerzos para moldear o reformar a China durante varias décadas han fracasado. Pero esperamos que China siga presente y sea un actor importante en el escenario mundial por el resto de nuestras vidas".
Si bien se espera que ambas partes busquen promesas de mayor diplomacia y gestos de buena voluntad, los desafíos en la relación bilateral son notables. Las tensiones militares, económicas y políticas han aumentado, y esta reunión representa un esfuerzo por encontrar terreno común y reducir el riesgo de conflictos mayores.
Se observará de cerca cómo se desarrolla esta reunión en una ciudad con un historial de protestas y agitación de izquierda, lo que podría agregar un elemento adicional de incertidumbre a las discusiones.
Esta reunión marca un intento significativo de ambas naciones por gestionar sus diferencias y establecer una base para futuras conversaciones en medio de un complicado panorama geopolítico.