Con la presión internacional creciendo para exigir la publicación de resultados transparentes en las elecciones de este domingo, Nicolás Maduro ordenó la suspensión de relaciones diplomáticas con siete países latinoamericanos, a los que acusó de "acciones injerencistas" al no reconocer los resultados electorales que le aseguran un tercer mandato consecutivo hasta 2031.

A través de su cuenta de X, el ministro de Relaciones Exteriores del régimen chavista, Yvan Gil, aseguró que la "República Bolivariana de Venezuela expresa su más firme rechazo ante las injerencistas acciones y declaraciones de un grupo de gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional, tratando reeditar el fracasado y derrotado Grupo de Lima, que pretenden desconocer los resultados electorales".

Los países señalados por el gobierno venezolano son Argentina, Chile, Perú, Uruguay, Costa Rica, Panamá y República Dominicana. Los embajadores de estos países deberán abandonar Venezuela, mientras se espera alguna declaración de estos gobiernos para ver si toman una medida recíproca.

Esta escalada diplomática llega en medio de una creciente tensión en las calles de Venezuela. Habitantes de muchos barrios populares de Caracas salieron a protestar con cacerolazos y gritos de "fraude". Incluso, este lunes fue derribada una estatua de Hugo Chávez en la ciudad de Coro, en el estado de Falcón.