El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, informó a través de su cuenta de X sobre la decisión del recientemente nombrado Ministro de Cultura, Raúl Castillo, de destituir a más de 300 empleados del Ministerio de Cultura. Según Bukele, estos empleados promovían agendas que no están alineadas con la visión del actual gobierno.
La medida, descrita por Bukele como “medicina amarga”, es parte de una serie de reformas que han caracterizado su administración. El presidente ha utilizado este término en varias ocasiones para describir sus políticas de reforma gubernamental y medidas de seguridad, las cuales han sido tanto aplaudidas por mejorar la seguridad y la eficiencia del gobierno, como criticadas por suprimir el diálogo y limitar las libertades civiles.
“La gente eligió un camino y ese camino vamos a tomar”, afirmó Bukele, señalando que las destituciones responden al mandato electoral que recibió. Aunque no se especifica directamente que las destituciones estén dirigidas contra la agenda LGBT+, la expresión “agendas que no son compatibles con la visión de este Gobierno” sugiere un posible rechazo a políticas inclusivas, dependiendo de la ideología y las políticas previamente expresadas por el gobierno.
La administración de Bukele ha sido conocida por implementar cambios drásticos en diversas áreas del gobierno, a menudo justificándolos como necesarios para cumplir con las expectativas de sus votantes y mejorar el país. Sin embargo, estas decisiones han generado controversia y críticas por parte de sectores que consideran que se está limitando el pluralismo y la diversidad de opiniones dentro del gobierno.
Con esta medida, el presidente Bukele reafirma su compromiso con la línea de acción que ha venido marcando desde el inicio de su mandato, subrayando que continuará tomando decisiones difíciles para alinear las instituciones del país con su visión de gobierno.