Mientras las tropas rusas continúan sus atrocidades en Ucrania, Vladimir Putin ha elevado las alertas en todo el mundo. La semana pasada, el jefe del Kremlin anunció la posibilidad de enviar misiles de largo alcance a otros países y amenazó nuevamente con el uso de armas nucleares. En respuesta, Cuba anunció que buques de guerra rusos llegarán a La Habana la próxima semana, lo que suscitó comparaciones con la Crisis de los Misiles de 1962.
Estados Unidos y el Reino Unido acusaron a Putin de provocar la escalada nuclear más peligrosa desde aquella crisis. Los buques rusos realizarán ejercicios navales conjuntos con la marina cubana, una maniobra que expertos consideran una réplica de movimientos históricos alarmantes. Esta situación ha generado inquietud sobre la estabilidad regional y las relaciones entre Washington y Moscú.
Joe Biden declaró que sigue de cerca los pasos de Putin, resaltando la amenaza directa de uso de armas nucleares, un escenario no visto desde la Crisis de los Misiles en Cuba. El presidente estadounidense destacó la seriedad de las amenazas de Putin y la incapacidad de controlar el uso de armas nucleares tácticas sin desencadenar un conflicto mayor.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, también advirtió sobre la imprudencia de Putin, acercando a Occidente a una peligrosa escalada nuclear. Aunque el régimen cubano afirmó que la visita de los buques rusos es parte de un acuerdo de cooperación militar, la comunidad internacional observa con cautela, recordando el impacto histórico de la presencia militar extranjera en la isla.
Ante la amenaza rusa, los seis países de la OTAN limítrofes con Rusia han acordado crear un "muro de drones" para proteger sus fronteras. Además, el despliegue de armas nucleares tácticas en Bielorrusia ha aumentado la tensión, ampliando la amenaza militar hacia la OTAN.
Desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, el mundo ha estado bajo la sombra nuclear. Putin ha considerado el uso de armas nucleares tácticas ante los contratiempos en el campo de batalla, y la autorización a Ucrania para utilizar armas occidentales en territorio ruso ha incrementado esta amenaza.
El contexto recuerda la Crisis de los Misiles de 1962, cuando el mundo estuvo al borde de un conflicto nuclear debido a la instalación de misiles soviéticos en Cuba. Aunque la crisis se resolvió con un acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Soviética, el riesgo de una confrontación nuclear sigue siendo una amenaza latente en la actualidad.