Manaos, Brasil - La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebró esta semana en Manaos la última audiencia de un caso emblemático en el marco de una oleada mundial de litigios climáticos. La CIDH, que ejerce jurisdicción sobre 20 países de Latinoamérica y el Caribe, planea emitir su opinión consultiva a finales de año, según la jueza Nancy Hernández López.

Este caso ha involucrado a más de 600 participantes en audiencias y 262 escritos presentados por grupos indígenas, sociedad civil, científicos y empresas. La reciente decisión del tribunal del Derecho del Mar de la ONU, que considera las emisiones de carbono como contaminación marina, y la esperada sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en 2024, subrayan la creciente importancia de estos litigios.

Lucy Maxwell, de Climate Litigation Network, explicó que el aumento de litigios responde a la frustración ciudadana por la inacción de sus representantes. La CIDH podría decidir si los Estados deben reducir emisiones, adaptarse al cambio climático y compensar daños por fenómenos extremos, además de proteger a los defensores del medio ambiente y regular empresas contaminantes.

La aplicación de estas decisiones sigue siendo un desafío, como lo demuestra el reciente rechazo suizo a una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Ciro Brito, del Instituto Socioambiental de Brasil, advirtió que los gobiernos deberán ajustar sus leyes o arriesgarse a ser demandados. Este fallo podría impulsar demandas existentes, como las de jóvenes mexicanos y contra la deforestación de la Amazonia.