Seis trabajadores del Hotel Carisa, ubicado en la Zona Hotelera de Cancún, resultaron intoxicados tras consumir caramelos dejados en una habitación por un huésped. Los empleados, incluyendo camaristas y personal de mantenimiento, experimentaron alucinaciones, taquicardia y mareos después de ingerir las golosinas.

A pesar de la gravedad de la situación, los encargados del hotel no alertaron a las autoridades y simplemente ordenaron a los empleados afectados que se retiraran del lugar, negándose a buscar asistencia médica. Esta falta de acción generó indignación entre los familiares de los trabajadores, quienes planean buscar pruebas toxicológicas para respaldar sus reclamos y considerar acciones legales contra el hotel por su falta de responsabilidad.

Los caramelos, identificados como Skwinkle y Takis, fueron supuestamente dejados por turistas extranjeros en una de las habitaciones. Uno de los caramelos habría estado contaminado con droga, lo que provocó la intoxicación de los empleados que los consumieron durante su jornada laboral de limpieza y mantenimiento.