Ayer, al menos ocho vuelos con destino a los Estados Unidos fueron cancelados en el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC), principalmente de las aerolíneas Alaska y Delta Airlines. A pesar de los esfuerzos del personal, se desconocían los motivos detrás de estas cancelaciones, lo que dejó a algunos pasajeros sin poder realizar su viaje hacia destinos como Portland y Seattle.
Se especula que estos contratiempos podrían estar relacionados con auditorías en curso a raíz del incidente ocurrido a principios de enero, cuando un Boeing 737 Max experimentó problemas en pleno vuelo, perdiendo parte del fuselaje. Hasta el momento, se informa que la aeronave en cuestión ha fallado en 33 de las 89 auditorías realizadas en las semanas posteriores al incidente, lo que ha generado preocupaciones sobre la seguridad y calidad de la flota de aviones.
Las cancelaciones y retrasos no causaron mayores inconvenientes en las terminales aéreas de Cancún, ya que la mayoría de los pasajeros fueron notificados a tiempo a través de correo electrónico sobre las demoras o cancelaciones. Sin embargo, algunos pasajeros se vieron afectados, como una pareja que estaba lista para documentar su equipaje hacia Portland.
Delta Airlines canceló salidas desde Cancún hacia Minneapolis, Detroit, Atlanta y Orlando, mientras que Alaska Airlines canceló vuelos hacia Portland, San Francisco, Seattle y San Diego. Estas cancelaciones han llamado la atención del Secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, quien ha instado a Alaska Airlines a realizar una transformación seria en su flotilla de aviones, especialmente en los Boeing 737 Max bajo escrutinio gubernamental.
Alaska Airlines ha expresado su compromiso de cooperar con las investigaciones y auditorías, y ha tomado medidas significativas para mejorar la seguridad y la calidad en sus Boeing. Sin embargo, la Administración Federal de Aviación continúa supervisando de cerca la situación, mientras se llevan a cabo las investigaciones pertinentes.